Editor’s note: This article is also published in English on Glasstire. Find that here.
Nota del editor: Este artículo se publicó originalmente en inglés en Glasstire el 7 de noviembre del 2023.
Traducción de Yolanda Fauvet y Paulina H. Marroquín.
Cuando alguien menciona el arte de tierra (land art), la obra más icónica que nos viene a la mente probablemente es Spiral Jetty [Muelle en espiral] de Robert Smithson de 1970. Mucha de la historia del arte de tierra ha estado dominada por artistas hombres como Smithson, Walter de Maria o Michael Heizer (a quien puede que los tejanos reconozcan por su obra en el patio delantero de la Menil Collection, Isolated Mass/Circumflex (#2), 1968/78 [Masa aislada/circunflejo (#2), 1968/78]), por nombrar algunos.
Una nueva exposición en el Nasher Sculpture Center, Groundswell: Women of Land Art [Marejada: Las mujeres del arte de tierra], expande los lentes históricos del arte y reformula nuestra comprensión de este movimiento. Esta muestra, concebida y desarrollada por la curadora asociada Leigh Arnold, es trascendental y ambiciosa. Hay más de 145 objetos de 12 artistas seleccionadas, todas ellas mujeres que trabajaron en Estados Unidos desde la década de los 1960 hasta 1990: Lita Albuquerque, Alice Aycock, Beverly Buchanan, Agnes Denes, Maren Hassinger, Nancy Holt, Patricia Johanson, Ana Mendieta, Mary Miss, Jody Pinto, Michelle Stuart y Meg Webster.
¿Pero cómo se muestra una exposición sobre arte de tierra sin, bueno, la tierra? Groundswell tiene una mezcla de versiones nuevas y reimaginadas de piezas que se pueden experimentar dentro de los confines del museo, junto con documentación en forma de fotografías, dibujos, películas, modelos y objetos efímeros de obras temporales o específicas de un sitio. Por ejemplo, se podría decir que la obra más reconocible de la muestra es Sun Tunnels [Túneles de sol] de Nancy Holt de 1978, ubicada permanentemente en Utah y que en la muestra está representada por una maqueta y dibujos que la acompañan. Con esta abundancia de material, la exposición abarca casi cada grieta de Nasher, por dentro y por fuera.A pesar de los lugares aparentemente remotos de algunas de las obras más conocidas de la exposición, el arte de tierra no sólo está ahí afuera, en algún lugar apartado del país; también se puede encontrar aquí mismo, en el norte de Texas. Dos de los ejemplos más notables de la exposición son Fair Park Lagoon [Laguna de Fair Park] de Patricia Johanson de 1981-86 y una obra nueva de Mary Miss comisionada por el Nasher y ubicada dentro de los terrenos del jardín escultórico del museo.
A las afueras del campus del museo, a sólo diez minutos, está Fair Park Lagoon de Johanson. La laguna en sí fue construida originalmente en 1936 como una cuenca para controlar inundaciones en el Fair Park al sur de Dallas. Pero para 1980 necesitaba una limpieza. Utilizando fondos del programa de arte en espacios públicos del National Endowment for the Arts, el Dallas Museum of Fine Arts (ahora llamado Dallas Museum of Art y que en aquel entonces se ubicaba en Fair Park) comisionó a Johanson una obra que pudiera ayudar a restaurar el elemento acuático.
Johanson creó dos esculturas exteriores que flanquean ambos extremos de la laguna. En el extremo sur está Pteris multifida, titulada así por el nombre en latín del helecho de Texas, y en el extremo opuesto está Sagittaria platyphylla, también conocida como “Delta Duck-Potato” (“papa sumergida del delta” en español), ambas especies crecen a lo largo de las riberas. Los marcos ondulados de las esculturas hacen referencia a las formas de las plantas de las cuales toman sus nombres. Ambas piezas están compuestas por elementos de hormigón proyectado (concreto en spray) en tonos terracota que forman arcos o flotan sobre la superficie del agua, creando una enredadera de caminos.
A lo largo de los cinco años del proceso de diseño, el proyecto fue ajustado seis veces para consternación de la artista. Pero al reflexionar sobre Fair Park Lagoon treinta y siete años después, Johanson no guarda rencor: “Si hablamos de estética, sólo le importa a los artistas y a los críticos de arte. Nadie habla nunca de la estética de la Estatua de la Libertad, porque es un objeto demasiado querido e histórico. Necesitas trascender el diálogo mezquino sobre qué es ‘bueno’ y qué no, porque el público lo decidirá con el tiempo”.
Aunque la pieza final no se alinea completamente con la visión original de Johanson, sí logra dos de sus objetivos: crear un ecosistema funcional para la vida silvestre e integrar a la gente en la naturaleza con senderos transitables.
Los visitantes del Nasher también pueden experimentar una nueva obra de tierra justo en el patio trasero del museo. Stream Trace: Dallas Branch Crossing [Rastro del arroyo: cruce del brazo de Dallas] de Mary Miss de 2023 es una obra de sitio específico que sigue el camino de un arroyo enterrado que pasa por debajo del centro de Dallas, incluyendo el jardín escultórico del Nasher.
Miss marcó el camino del arroyo con una serie de equis reflejantes sobre estacas. “Estaba mirando el patrón del agua que pasa por encima de la arena o de la grava y la figura en forma de diamante que dejó. Terminé con la idea de intentar trazar el arroyo con estos elementos de espejo, elementos que tienen el reflejo del agua. Cuando te acercas desde la entrada del jardín no ves nada en realidad. Pero cuando llegas al lugar de la instalación, estas cosas se vuelven capas que forman un fantasma de la corriente”.
¿De dónde viene el arroyo? El brazo de Dallas era un afluente del río Trinity que se originaba en lo que fue una ciudad de esclavos liberados (en el barrio actual de Uptown Dallas). Pero en un momento a principios del siglo XX, se construyó sobre esa comunidad y el arroyo quedó encerrado en una alcantarilla de concreto.
La artista lamenta que “nos hemos alejado mucho del medio ambiente en el que vivimos, especialmente en las ciudades”. A través de su trabajo actual con su organización sin fines de lucro, City as Living Laboratory, Miss está haciendo que la gente sea más consciente de los sistemas, como este arroyo, que están a nuestro alrededor, pero a menudo son invisibles.
El público puede seguir el camino del arroyo más allá de los muros del Nasher participando en una serie de caminatas que trazan el arroyo dirigidas por la artista o hacer recorridos a pie autoguiados para conocer más sobre la historia del territorio a lo largo de las riberas del brazo de Dallas y las personas que alguna vez vivieron en estas áreas.
Groundswell: Women of Land Art estará en exhibición hasta el 7 de enero del 2024 en el Nasher Sculpture Center en Dallas. La última de las caminatas que trazan el arroyo (Stream Trace Walks) tendrá lugar el 17 de diciembre a las 2 p.m.