Fuera los muralistas, abran paso a los minimalistas en “I Am Not Your Mexican”

by Barbara Purcell August 23, 2023

Editor’s note: This article is also published in English on Glasstire. Find that here.

Nota del editor: Este artículo se publicó originalmente en inglés en Glasstire el 19 de julio del 2023.

Para leer sobre la presentación sanantoniana de esta exposición, dirígete aquí.

Traducción de Yolanda Fauvet y Paulina H. Marroquín.

En la esquina de una galería de paredes blancas hay un par de cuadros dorados colgados en los extremos. En el centro, un pedestal que tiene en un costado una forma parecida a un panal es flanqueado por dos cuadros blancos colgados en la pared.

Vista de la instalación de “I Am Not Your Mexican” [No soy tu mexicano] en la Ruiz-Healy Art en la Ciudad de Nueva York. Fotografía de Daniel Terna.

La primera obra que atrapa mi atención en la galería Ruiz-Healy Art de Nueva York es un pequeño bosquejo de Teresa Serrano, que se parece vagamente a las uvas bacchus. Al mirarlo de cerca, las pequeñas notas indican otra cosa: “cuero”, “acero inoxidable”, “fibra de vidrio”. ¿Qué estoy viendo exactamente?

“Tenemos una escultura que se relaciona con esta obra en San Antonio”, señala la dueña de la galería, Patricia Ruiz-Healy. La escultura, que se encuentra actualmente a más de 3000 kilómetros de este bosquejo, es parte de la serie Goddess of Fertility [Diosa de la fertilidad] de la artista, un guiño al posminimalismo y a su pionera Eva Hesse. El bosquejo de Serrano (y la escultura) tiene un parecido asombroso a Untitled or Not Yet [Sin título o no todavía] de Hesse de 1966, una obra abstracta tridimensional con objetos colgantes similares, cargados de asociaciones psicológicas y encanto feminista. Como todo lo demás en esta exposición grupal, posee una calidez y expresividad que suaviza el cubo acerado del minimalismo.

Sobre una pared blanca se encuentra una caja de acrílico transparente, dentro de ella delgadas líneas horizontales forman una figura casi rectangular sobre una pieza de papel.

Fernando Polidura, “CF Eleven” [CF once], 2023, cabello humano bordado en papel de algodón, 23.6 x 29.9 x 6 cm.

I Am Not Your Mexican [No soy tu mexicano] se está exhibiendo simultáneamente en las galerías Ruiz-Healy Art de Nueva York y San Antonio este verano, e incluye obras de Jesse Amado, Mathias Goeritz, Hersúa, Willy Kautz-Jippies Asquerosos, Fernando Polidura y Teresa Serrano. El título de la muestra proviene de la serie del mismo nombre de Amado, que hace referencia a la cinta del 2016 I Am Not Your Negro [No soy tu negro], basada en las notas del último libro de James Baldwin. Este manuscrito, que Baldwin nunca terminó, ofrece un juicio imperturbable del racismo en Estados Unidos; la decisión de Amado de dar un nuevo uso a este título parece completamente intencional.

Sin embargo, las obras presentadas en I Am Not Your Mexican hacen eco de un movimiento reconocido más a menudo por su pureza estética que por su postura política. Si la meta del posminimalismo era deconstruir los hechos duros, fríos (masculinos, blancos) del minimalismo, quizá I Am Not Your Mexican está más cargado emocionalmente de lo que deja ver en un principio. Las influencias europeas en el arte moderno se han fusionado y aprendido de otras culturas con facilidad, ofreciendo nuevas (y viejas) contribuciones culturales. El curador de la muestra, Eduardo Egea, llama a México un “rico laboratorio” que ha subvertido el minimalismo a través de su arte posminimalista durante décadas.

Egea, con quien hablé a través de correos electrónicos, expresó que ciertas “brechas culturales” hacían posible que una artista como Eva Hesse se basara en el canon occidental para crear, lo que preparó el terreno para que otros transformaran aún más su influencia (y dominio) en el arte moderno. Hesse, cuya muerte prematura a los 34 años en 1970 truncó su propia experimentación posminimalista, dejó una huella que se puede rastrear a lo largo de las obras de estos cinco artistas.

Del costado de un pedestal metálico sobresale una forma parecida a un panal con un corte en la parte superior, donde un espejo refleja la mitad del pedestal.

Teresa Serrano, “Womb” [Vientre], 1994, hierro, espejo y cerámica, 91.4 x 50.8 x 48.2 cm.

La escultura Womb [Vientre] de Serrano de 1994, expuesta en la galería de Nueva York, presenta una caja de metal que recuerda a una escultura de Donald Judd, un Judd embarazado. Sobresaliendo por fuera de la caja, un vientre de cerámica lleva dentro a –quien más–, a ti (un espejo está pegado dentro del vientre). Por abstracta que sea la escultura, una cierta inevitabilidad corporal toma control de su forma industrial, enfrentando a las energías femenina y masculina en una pelea entre rivales inconciliables, “formalismo contra simbolismo”. Serrano, quien está ahora en sus 80, es la única artista mujer de la muestra. De acuerdo con una biografía en línea, se dedicó al arte más tarde en su vida; se mudó a Nueva York desde la Ciudad de México después de criar a nueve hijos y terminar un largo matrimonio.

Womb está flanqueado por Noli Me Tangere (“no me toques” en latín) de Willy Kautz-Jippies Asquerosos del 2020 y Mensaje de Mathias Goeritz, creada entre 1958-1962: dos piezas de pared monocromáticas hechas de materiales dorados que evocan el colonialismo, el capitalismo e incluso el catolicismo. Mensaje es un panel de latón amartillado que encarna la repetición del minimalismo, pero con un toque personal y artesanal. Al igual que la obra con hojas de oro de Kautz, el principal material utilizado en Mensaje se siente significativo y contextual. Cuando le pregunté a Egea si ciertas obras se habían escogido específicamente para cada galería en cada ciudad, contestó que no, pero con una pregunta: “¿Es más fácil que la comunidad latina en San Antonio lea la connotación religiosa y espiritual del oro en Mathias Goeritz que en Nueva York se lea la carga económica del oro de Willy Kautz?”

Goeritz, quien murió en 1990, había emigrado a México en 1949 tras abandonar Berlín ocho años antes durante la guerra. “Trajo un lenguaje vanguardista internacional a México, pero ese lenguaje estaba relacionado con México”, dice Ruiz-Healy. “Usó mucho oro en su obra como elección de color, lo que ha sido una gran influencia en la obra de Willy”. De los cinco artistas en la muestra, Goeritz y Kautz tienen la conexión estética más clara, sin embargo, hay superposición en todas partes.

Sobre una pared blanca cuelgan dos círculos de colores. El de la izquierda es de un azul oscuro y en su centro tiene una forma indiscernible color azul con detalles en rojo y una cadena plateada que cuelga de ella. El de la derecha es rojo en su mitad izquierda y amarillo en su mitad derecha; en el centro hay otra forma indiscernible color negro.

Vista de la instalación de Jesse Amado, “I Am Not Your Mexican, A Rapist” [No soy tu mexicano, un violador], 2023, (izquierda) fieltro de lana 100% virgen, acrílico sobre chicharrón y cadena de plata, 77.4 x 77.4 x 10.1 cm. y Jesse Amado, “Take Out Brisquet Burger” [Hamburguesa de brisquet para llevar], 2023, (derecha), fieltro de lana virgen y poliestireno acrílico, 60.9 x 60.9 x 10.1 cm. Fotografía de Daniel Terna.

Al otro lado del pasillo, dos obras del artista sanantoniano Jesse Amado, entre ellas A Rapist [Un violador] del 2023 que forma parte de la serie que da título a esta muestra, rompen la mezcla de metales de la habitación con colores primarios intensos. Ambas obras son circulares y están instaladas en la pared como platos, y cada plato contiene una comida deliciosa: un chicharrón de cerdo adornado en uno, un contenedor de hamburguesa aplastado en el otro. Ninguno de los dos es reconocible, ni siquiera de cerca. Amado tiene la extraña habilidad de eliminar el significado de un objeto, convirtiendo los que utilizamos día a día (a menudo asociados con la cultura mexicanoestadounidense) en abstracciones completas libres de nociones preconcebidas.

El participante más joven de la muestra es Fernando Polidura, de 34 años y radicado en la Ciudad de México. Él tiene dos cuerpos de trabajo, ambos relacionados con el cuerpo. Su serie Adjustment [Ajuste] tiene paneles color piel que revelan las sutiles señales en las texturas del envejecimiento. Cada obra, no más grande que la página de un cuaderno, emula la piel crepé como un recordatorio escalofriante de que llegará más rápido de lo que piensas. Con una dimensión similar a su serie Adjustment, CF Eleven [CF once] y CF Twelve [CF doce] del 2023 son composiciones gloriosamente tediosas, ideadas por primera vez durante la COVID, del cabello de la esposa de Polidura, realizadas empleando cabellos individuales ensartados a través de una aguja y estirados a lo largo de la página en líneas meticulosas.

En una superficie parecida al interior de un panal, se puede discernir un triángulo negro en el centro.

Hersúa, Sin título, 1967, acrílico sobre cartón de color y pajillas, 49.5 x 50.1 x 5 cm.

Estas líneas podrían incluso conectarse al escultor mexicano Hersúa, cuya maqueta Ambiente urbano de 1971 fue inspirada por el nacimiento de un sistema de autopista en la Ciudad de México por las Olimpiadas de Verano de 1968. Los caminos geométricos se deslizan de manera ordenada a lo largo de la superficie de esmalte de la escultura, mientras que una forma piramidal se eleva desde el terreno. Una forma parecida emerge en una obra de técnica mixta sin título de 1967 que está rellena de popotes o pajillas; sus huecos revelan lo que parece ser una pirámide en el cartón que forma su respaldo. Resulta que Hersúa fue uno de los seis artistas que colaboraron en el Espacio escultórico en la Ciudad de México a finales de los años 1970, un círculo gigantesco de pirámides de concreto construido sobre piedra volcánica en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Considerado uno de los ejemplos más importantes de arte de la tierra (land art) en México, el Espacio escultórico mezcla las influencias modernista y mesoamericana, creando algo completamente nuevo e independiente, regresando a las “brechas culturales” que se encuentran en otras partes del posminimalismo y específicamente en I Am Not Your Mexican. Como resumió el curador de la muestra: “El minimalismo fue un movimiento grandioso gracias a su exquisita pureza estética, pero su propio éxito artístico lo llevó a un callejón sin salida”.

 

I Am Not Your Mexican estará en exhibición hasta el 8 de septiembre en la galería Ruiz-Healy Art en la Ciudad de Nueva York y hasta el 9 de septiembre en San Antonio.

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