Recorrido por las galerías: Exposiciones recientes en Brownsville y Harlingen

by Liz Kim February 2, 2022

Editor’s note: This article is also published in English on Glasstire. Find that here.

Traducción de Yolanda Fauvet y Paulina H. Marroquín.

La escena artística del Valle del Río Grande está en recuperación, por muy precaria que sea. Esto surge como un esfuerzo comunitario en el que los artistas de una generación más experimentada sirven de mentores para los talentos jóvenes y la generación más joven comienza a probar sus alas en exposiciones locales. La experiencia de atestiguar este renacimiento es como ver a una familia multigeneracional celebrar los primeros pasos de un niño pequeño, algo común e inestable, pero también lleno de alegría. Esta es una experiencia que trasciende las fronteras culturales, pero simultáneamente es algo único que define al Sur de Texas. Aquí el ambiente artístico no es producto de la competencia capitalista, sino más bien surge de algo parecido a la rivalidad entre hermanos, el tipo de rivalidad que lleva a las familias a avanzar y engrandecerse. Ben Muñoz, un artista que reseñé recientemente, describió así este aspecto de la comunidad: es una familia.

Todas las galerías de la región son estudios de artistas que tienen espacios de exposición adicionales. Estas se distinguen de otras galerías dirigidas por artistas al tener espacios que se dividen entre el espacio de trabajo individual y los espacios de exposición compartidos. Estos espacios de exposición también funcionan como espacios comunitarios en los que se llevan a cabo talleres, clases, presentaciones, performances y mercados de artistas. La economía tiene un papel importante en este modelo. De acuerdo con el censo nacional, el ingreso familiar medio del 2015 al 2019 en Brownsville fue del 62.4% del total de Texas. Comprar arte en esta región es cuestión de comunidad más que de estatus, y el mercado de arte aquí no está impulsado por los coleccionistas, sino por los artistas. Por lo tanto, las exposiciones en las galerías de esta región no se hacen principalmente para vender arte, sino para compartir el arte dentro de la comunidad y fuera de ella, como una familia.

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Border Impressions en La Chicharra Studio en Brownsville, hasta el 3 de enero del 2022.

Un letrero blanco con dibujos simples de una chicharra con alas abiertas y dos goteras de tinta dice en letras negras “La Chicharra Studio”.

La Chicharra Studio. Fotografía de Liz Kim.

La Chicharra Studio es un nuevo espacio comunitario de arte y galería que se unió a espacios más consolidados como el Puente Art Studio y ArteVivo cuando abrió en el centro de Brownsville en julio de este año. La dueña y directora Ruby E. Garza, quien recibió un BFA de la University of Texas Rio Grande Valley (UTRGV) en el 2019, es una artista que trabaja con distintas técnicas, entre ellas el grabado, la pintura y los pasteles. Aprendió sobre la administración y operación de un centro comunitario de artes cuando trabajaba en el Carlotta K. Petrina Cultural Center, un importante núcleo cultural para la comunidad artística de Brownsville que desafortunadamente ha suspendido sus exposiciones de artes visuales desde que comenzó la pandemia de COVID-19. La nueva aventura de Garza es parte de un esfuerzo para revivir la escena de las artes visuales en la ciudad tras el efecto devastador de la pandemia en las artes de Brownsville durante los últimos dos años.

La exposición que está actualmente en el espacio es una muestra de grabados seleccionados por un jurado que se titula Border Impressions [Impresiones de la frontera]. El jurado fue Sergio Sánchez Santamaría, un grabador internacionalmente reconocido que trabaja en la Ciudad de México y Tlayacapan. La ganadora de la competencia fue Cristina Piecuch, egresada de la Grand Valley State University en Michigan y residente del programa de artes de la Art Business Incubator South Padre Island (ABI SPI). Piecuch ganó gracias a su ondulante grabado onírico, Wallpari, cuyo nombre significa “creación” en quechua.

Grabado en papel blanco con tinta negra en el que dos mujeres con grandes aretes dorados parecen convertir en humo el agua sobre la que están paradas mientras miran un sol dorado.

Cristina Piecuch, “Wallpari”, 2021, linograbado con lámina de oro, 81.28 x 50.8 cm. Fotografía de Liz Kim. Derechos de la artista.

La exposición es un intento ambicioso por exhibir tanto a artistas locales jóvenes como a artistas que participan desde afuera del Sur de Texas. En esta muestra, personalmente me impresionó la amplitud del talento artístico joven en la región. Por ejemplo, muchos de los artistas son estudiantes o recién egresados de la UTRGV y estudiaron con Reynaldo Santiago y Noel Palmenez, quienes han estado enseñando grabado en la universidad. En esta competencia inaugural de grabado, las obras de artistas jóvenes y locales también muestran la amplitud de influencias fusionadas de la frontera entre Estados Unidos y México.

Grabado en papel claro con tinta negra en el que dos esqueletos navegan sobre una mazorca y se miran el uno al otro.

Miriam Celedon, “El Reencuentro/The Reencounter”, 2021, linograbado, 45.72 x 60.96 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

La obra ganadora del premio de la audiencia fue El Reencuentro/The Reencounter (2021) de Miriam Celedon. Esta pieza es un grabado de linóleo al estilo de las pinturas de historia. Retrata a un par de esqueletos en el agua que, por su mirada viva, sabemos que son amantes. Uno viste overoles y dirige una mazorca que funciona surrealmente como su bote, y el otro viste un vestido y un rebozo, sostiene un ramo de flores y porta una diadema de flores en su cabeza. Una cortina de altas palmeras brinda un telón de fondo y estos árboles se reflejan a lo largo de la superficie del agua como garabatos orgánicos. Es el impresionismo del Sur de Texas en un grabado.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco en el que el negro ocupa el fondo también. Una figura humana, de quien sólo vemos el torso y brazo, sostiene una perra pequeña con un halo y una pluma que sale de su ojo derecho que mira hacia el espectador.

Ana Luisa Pérez Garza, “Chepina”, 2020, xilograbado, 45.72 x 44.45 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

El xilograbado de Ana Luisa Pérez Garza demuestra una profunda admiración por el grabado del renacimiento nórdico. Esta obra crea volumen a partir de los detalles finos de líneas, contornos y plumeado al estilo de los grabados de Albrecht Dürer, aunque el tema es contemporáneo: una mascota canina, Chepina, es retratada sentada en el regazo de su dueña y tiene un halo alrededor de su cabeza. Garza le da un nuevo uso al estilo y tema del renacimiento clásico para los asuntos mundanos de hoy en día.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco en el que dos mujeres iguales están sentadas una frente a la otra, pero mirando al espectador. A sus costados hay dos nopales, y sobre cada uno de ellos un águila. El fondo es una valla de piezas verticales.

Michel Flores Tavizón, “Ni de aquí, ni de allá”, 2021, xilograbado, 55.88 x 60.86 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

Michel Flores Tavizón alude a Las dos Fridas de Frida Kahlo con su propio autorretrato. Como en la obra de Kahlo, una de las imágenes sentadas de Tavizón usa un vestido tradicional mexicano, pero la otra la muestra con su ropa contemporánea: una playera, pantalones de mezclilla ajustados y tenis de bota. En ambos lados de las imágenes hay águilas paradas sobre nopales que simbolizan sus raíces históricas en México. La composición de Tavizón se sitúa en un primer plano superficial y está rodeada por un cercado de varas verticales que alude a su estética minimalista, punto de partida de esta imagen surrealista de sí misma. La barda cerrada también se refiere a la frontera entre Estados Unidos y México, y las complejas negociaciones de Tavizón con la identidad de esta región está reflejada en el título.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco que retrata a un hombre joven con un fondo de lenguaje de programación.

Carla Santillana, “Thinking in Code” [Pensando en código], 2021, serigrafía, 45.72 x 50.8 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

Thinking in Code [Pensando en código] (2021), la serigrafía de Carla Santillana, tiene un gran sentido de direccionalidad y control lineal. Retrata a un hombre joven hundido en sus pensamientos y rodeado por código JavaScript, una pared de lenguaje que solo es completamente legible para circuitos y máquinas. La direccionalidad holgada del cabello cortado y peinado hacia atrás, la mano apretada contra sus labios y las líneas topográficas de su camiseta ayudan a situar su cabeza en un lugar focal suave pero intenso.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco. A cada lado del fondo hay un par de árboles con siluetas femeninas. En el centro se alza un árbol cuyo tronco es el cuello de una mujer con los ojos cerrados.

Jocelyn Torres, “Transfiguration/Transfiguración”, 2021, grabado, 38.1 x 50.8 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

En Transfiguración (2021) Jocelyn Torres ha creado un paisaje fantástico con su autorretrato como árbol que despierta de su hibernación. El cuello largo y extendido del retrato florece en su cara, sus ojos están cerrados como si estuviese meditando y su cabello es una serie de ramas, con brotes agrupados en sus puntas, que se elevan y entrecruzan. Hay hongos que se asoman de la base de su cuello, pero ella está en un estado de crecimiento: sus ásperas ramas están ocupadas extendiéndose hacia las alturas en todas direcciones.

Grabado en tinta azul oscuro sobre papel blanco en el que lucen las líneas finas sobre un fondo oscuro. En el extremo inferior izquierdo, un par de aves miran a lados opuestos en medio de la vegetación tropical bajo una noche estrellada.

Cecilia Sierra, “El Monte”, 2021, linograbado, 45.72 x 60.96 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

El Monte (2021) de Cecilia Sierra resume la experiencia de visitar el santuario Sabal Palm en Brownsville, una reserva natural tropical y santuario de aves en el Valle del Río Grande que protege uno de los pocos bosques de palma de abanico que quedan. Las plantas tienen mucho que decir en la obra de Sierra: las palmeras, los arbustos y el follaje cubren, se extienden, proliferan y se concentran en patrones direccionales que detallan el panorama más amplio del paisaje del Sur de Texas. Un par de garrapateros pijuy, típicos residentes estacionales de la zona, se acurrucan en el follaje envolvente, aludiendo tanto a las comodidades como al poder que atraen a los nativos de la región de regreso a casa.

Grabado en tinta negra sobre fondo amarillo. Una mujer con el cabello desarreglado pela nopales sobre una mesa redonda.

Stephanie Hauser, “Mi Abuelita”, 2021, serigrafía, 21.59 x 22.86 cm. Cortesía de La Chicharra Studio. Derechos de la artista.

En Mi Abuelita (2021) de Stephanie Hauser una mujer se inclina sobre una mesa con pequeñas macetas con hierbas y pela nopales que extrae de una bolsa de plástico llena de ellos. Es un retrato maravillosamente conmovedor al estilo de Vermeer de una mujer inconsciente de nuestra mirada. Su cara está cubierta por su cabello mientras ella se concentra en la tarea de alimentar y curar a su familia con las hortalizas nativas de la región. Con el fondo de color brillante, Hauser eleva la escena cotidiana a lo extraordinario.

Tal como es el caso de esta obra en particular, Border Impressions en su totalidad se trata de reconfigurar el lenguaje visual histórico y mezclarlo con el imaginario contemporáneo exclusivo del Valle del Río Grande.

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From Life en ArteVivo Art Studio en Brownsville, hasta el 6 de enero del 2022.

Sobre una pared blanca con molduras se lee en letras rojas “Imagination is more important than knowledge” (La imaginación es más importante que el conocimiento), Albert Einstine [sic].

Vista interior de la ArteVivo Art Gallery. Fotografía de Liz Kim.

El dueño de la galería ArteVivo es Teodoro Estrada, un artista con profundas raíces locales cuya retrospectiva a mitad de su carrera se llevó a cabo en el Brownsville Museum of Fine Art en el 2021. Después de retirarse hace cinco años del distrito escolar local en donde supervisaba el programa de artes, construyó y fundó la galería para traer mayor visibilidad al arte en el centro de Brownsville y, antes de la COVID-19, también había organizado una caminata artística, la Noche de Arte de Brownsville. Recientemente reinaugurado, el espacio organiza lecturas de poesía semanales, alberga un mercado de arte local y tiene planes para cuatro exposiciones por año. La exposición actual, From Life [Desde la vida], es una de las primeras muestras que Estrada ha organizado desde el inicio de la pandemia y exhibe la obra de dos maestros grabadores del Sur de Texas, Omar González y Jessie Burciaga; ambos obtuvieron su MFA de la University of Texas de San Antonio.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco en el que una mujer sonriente vestida de charro toca un violín sobre cuya punta baila una pequeña bailarina de ballet.

Omar González, “Notas de Corazón”, 2014, xilograbado, 105.41 x 76.2 cm. Derechos del artista.

Omar González es un grabador radicado en las cercanías de Kingsville y es profesor adjunto en la Texas A&M University en Kingsville (también es mi actual colega de departamento). En esta muestra, González deja ver su dominio sobre diversos métodos de grabado y cómo ajusta su técnica al tema y al sentimiento de cada obra. Las piezas expuestas se unen bajo el tema de la vida familiar, centrándose particularmente en el papel de las mujeres en las unidades familiares. Sus composiciones oscilan entre lo histórico y lo fotográfico.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco en el que una niña ayuda a una mujer a enroscar una cuerda con una hiladora.

Omar González, “Origin of Connection” [El origen de la conexión], 2021, linograbado, 45.72 x 60.96 cm. Derechos del artista.

Las mujeres y el género son los temas de estas obras de González. Todos sus grabados en exhibición son del año pasado más o menos, a excepción de una pieza del 2014, Notas de Corazón. En esta obra previa, una mariachi está tocando el violín y en la punta del instrumento musical hay una figura miniatura de una mujer joven bailando. En esta pieza, así como en las otras del artista, la mujer es un sujeto poderoso, pensante, sintiente y vivo.

Grabado en tinta negra sobre papel. Una mujer se asoma por entre las ramas secas de un árbol.

Omar González, “Her Path” [Su camino], 2021, grabado a punta seca, 27.94 x 35.56 cm. Derechos del artista.

Los linograbados más pequeños de González transmiten una sensación de calor, solidez y estabilidad, creada en parte por su uso de cortes marcados uniformemente espaciados y estilizados. Sus linograbados más grandes, como Origin of Connection [El origen de la conexión] (2021), muestran una multitud de patrones y texturas, como el encaje. Los grabados de González albergan un conjunto complejo de conexiones entre diversas texturas materiales que trazan la dinámica de las relaciones humanas en el Sur de Texas. Además, sus grabados a punta seca transmiten incertidumbre a través de su sensibilidad delicada e intrincada. En Her Path [Su camino] (2021), las tramas, remolinos, rizos y texturas esponjosas aparecen y desaparecen para crear una sensación de profundidad desplazada e incierta.

Grabado en tintas azules, lilas y rosas sobre papel claro. Un hombre enmascarado con cuernos y el torso desnudo ve hacia el espectador.

Jessie Burciaga, “El Nagual Enmascarado”, 2020, impresión en relieve sobre papel, 35.56 x 27.94 cm. Cortesía de ArteVivo Art Gallery. Derechos del artista.

Las obras de Jessie Burciaga son retratos simbólicos que a menudo combinan tanto elementos animales como humanos. Muchas de sus obras son personajes ficticios salidos de la lucha libre.

Grabado en tinta negra sobre papel blanco. Sobre un fondo mayormente negro hay un hombre con un halo, un sagrado corazón sobre su pecho y una corona de espinas que crece de una herida de entre sus costillas.

Jessie Burciaga, “Corazón Espinado”, 2021, xilograbado sobre tela, 137.16 x 99.06 cm. Cortesía de ArteVivo Art Gallery. Derechos del artista.

El Nagual Enmascarado (2020) es una impresión en relieve sobre papel. La pieza tiene un fondo magenta y un contorno de color púrpura intenso, y muestra la parte superior del torso de un luchador que lleva una máscara decorada con dientes aserrados. A cada lado de su cabeza se elevan unos cuernos de venado. Este luchador es un nahual (o nagual), un espíritu guardián que toma la forma de una bestia y que tiene origen en mitos del México indígena. De los cuernos cuelgan una cabeza, una garra y una pluma que lo protegen de la enfermedad y el desánimo, y un rocío blanco forma un orbe o halo protector alrededor de su cuerpo poderoso. Desde las profundidades de la desesperación y el aislamiento durante una pandemia global, este nahual protege, calma y limpia la mente y el alma.

La obra más grande de Burciaga en la exposición es Corazón Espinado (2021), un xilograbado sobre tela. El rostro delineado de un luchador de peso pesado mira al espectador hacia abajo con la cabeza ligeramente inclinada mientras una enredadera de espinas sale serpenteando de una herida de cirugía de corazón y forma una corona alrededor de su cabeza. Un sagrado corazón mexicano con espinas arde en el lado izquierdo de su pecho y rayos de sangre se ramifican a lo largo de su piel. Es una obra que te hace quedarte inmóvil en el momento que la ves. Es una alusión moderna a Jesucristo y una interpretación visual contemporánea del folclor mexicano y de las raíces católicas del Sur de Texas. Remite al sacrificio, a la muerte y a la resurrección, temas que tocan una fibra sensible, pero que era necesario tocar, en las comunidades actuales y en nuestros propios actos de recuperación y reconstrucción.

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Harlingen Art Night, centro de Harlingen, último viernes de cada mes de 7 a 10 PM.

Diálogo en Titan Studio en Harlingen, hasta el 20 de enero del 2022.

Durante las noches de arte en Harlingen, conocidas como Harlingen Art Night, la mayor parte de la acción se desarrolla alrededor de las mesas a lo largo de la calle A en el centro de la ciudad. En ellas se venden productos locales hechos a mano como velas, joyería, sombreros tejidos y arte. Aquí encontrarás a artistas que venden sus obras y ediciones más pequeñas al público general, donde Jessie Burciaga estaba haciendo precisamente eso. Algunos negocios cercanos también participan. En el café Girl of All Trades conocí al acuarelista local Nicholas Angel, quien estaba vendiendo sus acuarelas delicadas y profundamente personales junto con sus productos herbolarios caseros. La Carla Hughes Art Gallery, un espacio similar a La Chicharra y ArteVivo en Brownsville, también es el estudio de la artista y alberga exposiciones mensuales con inauguraciones que coinciden con la Harlingen Art Night. Hay dos espacios en la ciudad dirigidos por parejas de artistas: Titan Studio y Comminos Studio. Esa noche tuve la oportunidad de visitar Titan Studio, ya que habían organizado una exposición como parte de la noche de arte.

Aleida García y Brian Wedgworth dirigen Titan Studio. García crea joyería con técnicas mixtas y Wedgworth es un escultor que construye obras tridimensionales de distintos tamaños con metal. Su estudio también funciona como un centro en el que artistas locales pueden reunirse, conocerse y conectar mientras realizan y exponen sus obras.

Un dije largo de diversos materiales cuelga sobre una pared blanca.

Aleida García, “Talisman”, 2018, cuarzo amarillo, cuarzo blanco, púa de erizo de mar, placa de circuito, impresión por sublimación en aluminio, cobre, latón, pernos de acero inoxidable y plata esterlina, 15.24 x 7.62 cm. Cortesía de Titan Studio. Derechos de la artista.

Varias obras de García se podían ver exhibidas a lo largo de la pared más cercana a su estudio. Una pieza ejemplar es un collar que realizó con los circuitos eléctricos de la vieja calculadora de su madre. La obra es una combinación de folclor, ciberpunk y art déco: su interés en las prácticas sanadoras nativas se une a ruinas de tecnología y lazos familiares. La forma de la pieza mezcla las líneas mecánicas de las placas de circuitos con los delicados contornos de metal y los pendientes hechos de cristal de cuarzo colocados cuidadosamente. Una cálida piedra redondeada, cuya superficie está parcialmente pulida, está conectada a brazos rectangulares que se extienden en una cadena. En esta composición, los colores de los circuitos obsoletos parecen brillantes, desgastados y familiares, como un viejo amigo. Esta obra es un brillante retrato matriarcal.

Con las exposiciones del espacio, García negocia entre sus intereses por representar las tradiciones locales y por mostrar el arte digital. Por el momento, lo hace a través de dos sitios separados: García es la directora del San Benito Cultural Center Museum, donde organizó la actual exposición colectiva sobre la Virgen de Guadalupe titulada Castilian Roses in December [Rosas castellanas en diciembre]. Para el espacio de exposición experimental de Titan Studio, está particularmente interesada en mostrar obras de los llamados new media o nuevos medios (que son tradicionalmente poco comunes en esta región) con el fin de crear discusiones más amplias sobre la práctica de las artes de los medios en el Valle. Este es el caso de Diálogo, la muestra actual del estudio, con arte de Dominic J. Sanchez y Brian Wedgworth.

Sobre una pared blanca de ladrillos se proyectan tres escenas apiladas verticalmente. En dos de ellas hay hombres hablando, en la otra un paisaje citadino.

Dominic J. Sanchez, “Triptych of Movement” [Tríptico de movimiento], 2020, instalación fílmica, 30 min. Cortesía de Titan Studio. Derechos del artista.

La obra Triptych of Movement [Tríptico de movimiento] (2020) de Dominic J. Sanchez fue proyectada en la galería como parte de la exposición. En esta pieza se combinaron tres videos en un video de un sólo canal, apilados verticalmente. La obra consta de una serie entretejida de entrevistas entre Sanchez y cinco personas con diversas raíces diaspóricas africanas y afrocaribeñas. Los canales continúan cambiando entre tres lugares a lo largo de la obra de 30 minutos: el sur de Londres, la ciudad de Belice y la Ciudad de Nueva York. Cada persona entrevistada comparte sus rutas migratorias al pasar de los años y la relación de sus viajes con sus identidades, con las lenguas que hablan y con las distintas maneras en las que son percibidas en cada lugar que han llamado su hogar. Hay un enfoque particular en la idea del cambio de código, de cambiar el modo y la forma en la que se comunican en función de con quién interactúan. El filme también toca las diversas percepciones relacionadas con las identidades de la diáspora negra en relación con los niveles de melanina, los acentos, el coloquialismo y el lidiar con las agresiones raciales. En última instancia, la obra desentraña la idea de la pertenencia y la no pertenencia, examinando las conexiones entre las diversas rutas migratorias de la diáspora negra. La pieza evoca algunos de los primeros ejemplos de videoarte de la década de 1970, realizados por pioneros como la Raindance Corporation.

Wedgworth crea sus obras escultóricas con chatarra metálica de las abundantes industrias de petróleo y gas de la región. Sus piezas traen a la vista los subproductos del consumo de los combustibles fósiles, y las transforman en objetos de contemplación y reflexión sobre la forma. La crítica Nancy Moyer, quien ha escrito durante años en el periódico regional The Monitor, reseñó con calidez la reciente retrospectiva del artista en el Performing Arts Complex de la UTRGV en Edinburg.

Sobre una pared cuelga un círculo de acero con orificios homogéneamente distribuidos, una luz resplandece a su espalda.

Brian Wedgworth, Sin título, 2021, LED, objetos encontrados y acero, 243.8 x 91.4 cm. Cortesía de Titan Studio. Derechos del artista.

La muestra de Titan Studio comienza con la obra Sin título (2021) de Wedgworth, moldeada por su tratamiento de quimioterapia de meses de duración hace tres años en San Antonio. Durante este momento difícil, creó una cúpula de metal del tamaño de una mano, con piezas parecidas a pistones que sobresalen de la parte superior, un reflejo de la batalla biológica que afectó enormemente su cuerpo. Hoy su significado ha cambiado en medio de una propagación viral global y Wedgworth hizo una obra más grande a partir de esta pieza. Hizo flotar este espécimen con un anillo de metal industrial que fue equipado con luces LED moradas y azules espeluznantes, y luego lo respaldó con un panel de metal oxidado que se extiende horizontalmente para implicar el alcance de la crisis de salud actual. Esta obra recibe a los visitantes en la entrada de Titan Studio, recordándonos la precariedad de las reuniones sociales en las exposiciones.

Pero el Valle del Río Grande es un lugar lleno de esperanza. La nueva obra monolítica de Wedgworth, Oculus (2021), fue instalada en el parque escultórico de la avenida Monroe, frente a Titan Studio. Esta pieza conecta el estudio con la comunidad en general. Su marco alto y macizo fue soldado para formar una abertura en forma de medialuna cerca de la parte superior, en la que se ha colocado un anillo de metal. La tensión entre el anillo y las puntas de la media luna que lo mantienen en su lugar resume la relación entre el estudio y la comunidad: las ambiciones de expansión del estudio y la comunidad que lo sostienen en su lugar.

Escultura de metal con forma de pilar que termina en un semicírculo vertical en la parte superior, dos anillos metálicos sobresalen de la curva interior. Instalada al aire libre, su sombra aparece sobre la pared blanca a su lado derecho.

Brian Wedgworth, “Oculus”, 2021, acero, 365.7 x 91.44 x 60.96 cm. Cortesía de Titan Studio. Derechos del artista.

En el Sur de Texas, Titan Studio plantea la pregunta sobre el futuro de la región en relación con su compleja historia de raíces indígenas, españolas, mexicanas y estadounidenses. Entre el intento del espacio de fusionar temas indígenas y nuevos medios, la forma en la que la muestra reutiliza desechos industriales regionales y la consideración de nuevas imágenes migratorias en movimiento, se encuentran también los problemas a los que la comunidad se enfrenta mientras intenta reconstruirse tras casi dos años de pandemia. Con esto, los artistas y los espacios liderados por artistas en la región esperan ver en ese futuro incierto una familia.

 

Fechas de exposiciones en galerías y museos cercanos que no fueron reseñadas en este artículo:

Influenced: New Work from Mara Bentley [Influencias: Nuevas obras de Mara Bentley] en la Carla Hughes Art Gallery en Harlingen, hasta el 30 de diciembre del 2021. 

Manuel Miranda: El Poder de la Mirada en Puente Art Studio en Brownsville, hasta el 22 de enero del 2022.

Castilian Roses in December [Rosas castellanas en diciembre] en el San Benito Cultural Heritage Museum, hasta el 21 de enero del 2022.

Ray Smith: Pansy Pensamientos [Ray Smith: Los pensamientos de Pansy] en el Brownsville Museum of Fine Art, hasta el 28 de enero del 2022.

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Graciela Guerra February 23, 2022 - 16:55

Los felicito por promover el Arte.

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