Nuevo nombre, nuevos rumbos: La Sala de Arte Popular Latinoamericano en el Museo de Arte de San Antonio

by Neil Fauerso April 6, 2021
Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA, por Seale Studios.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA, por Seale Studios.

Note: This article was published in English on Glasstire on November 14, 2020. Find that here

Traducción de Yolanda Fauvet.

El Museo de Arte de San Antonio (SAMA por sus siglas en inglés) reabrió recientemente su ala antes titulada Arte Folclórico Latinoamericano como la Sala de Arte Popular Latinoamericano. Esta decisión obedece al cambio de perspectiva filosófica sobre el concepto y la categorización de “arte folclórico” que han realizado museos alrededor del mundo. Durante décadas “folclor” era un término enigmático imbuido de una perspectiva colonial. A menudo se encontraban restricciones sobre lo que constituía el arte folclórico. Obras que tenían referencias contemporáneas, como Elvis, Batman o un astronauta, no se incluían. Así mismo, obras que se vendían comercialmente eran ignoradas por museos y coleccionistas. Cierta “pureza” era impuesta sobre artistas indígenas que nunca habrían sido considerados como artistas “occidentales” o de “arte superior”. El arte folclórico global era visto (en su mayoría por curadores hombres y blancos) como una utopía de ingenuo trabajo artesanal sacada de Brigadoon. Los artistas no eran vistos como individuos sino simplemente como engranajes en la máquina del linaje del trabajo artesanal.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

La frase “arte popular” es una pequeña pero importante redefinición de la amplia y nebulosa categoría “arte folclórico” que, dependiendo del museo que visites, puede incluir: arte indígena, arte marginal y autodidacta, tradiciones artesanales y textiles, arte religioso y devocional externo al contexto abrahámico y cualquier otra obra que no es claramente “contemporánea” o “clásica”. “Arte popular” es una frase más flexible e intuitiva que, aunque todavía está empantanada en las dicotomías alto/bajo y europeo/sur global, se mueve en la dirección correcta para desmantelar jerarquías y trastocar las enigmáticas divisiones de lo sagrado y la valía.

La Dra. Lucía Abramovich, curadora asociada de arte latinoamericano en el SAMA, lo describe así:

“El arte popular se refiere a obras de arte que son hechas por y para la gente. De esta suerte, cualquier exposición de estas obras debe explorar y reflejar la complejidad de experiencias de las que son resultado, desde la respuesta a la colonización hasta las tradiciones sagradas comunales transmitidas por generaciones, y el compromiso creativo con las circunstancias sociales y políticas contemporáneas. La reinstalación de nuestra colección captura algunas de estas motivaciones y contextos a la vez que subraya las increíbles habilidad y destreza en las obras”.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

La Sala de Arte Popular Latinoamericano del SAMA está llena de obras hermosas y vibrantes que representan sólo una fracción de la colección del museo, que estará en rotación durante los próximos años. Hay un balance entre las obras presentadas, desde textiles (cobijas, ponchos y otras telas), cerámicas y esculturas hasta pinturas y otras técnicas.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Una de las piezas más espectaculares de estas “técnicas alternativas” es una silla de montar de color claro intrincadamente bordada y procedente del estado de Puebla, creada cerca del año 1922 por un artista desconocido. Esta exquisita pieza luce como la silla de montar del héroe de una película muda del oeste filmada en frías sombras plateadas (o podría ser la silla de montar de un revolucionario como Zapata o Bolívar), una densa celosía estética de tradición concretada en cuero y utilidad (después de todo, a pesar de su belleza, esta pieza es una silla de montar funcional). Estas maravillas estéticas tienen una levedad en su ser, un encanto ondulante, con menor carga del tedioso y pesado bagaje de la tradición clásica europea (claro que hay mucha polinización cruzada). Uno puede deleitarse en el esplendor del arte popular sin la elipsis de “… ¿a qué costo? …y después, ¿qué?”

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Otro elemento destacado es la pieza central de la sala: un árbol de la vida que data de mediados del siglo xx. De nuevo, el artista es desconocido. Recurrentemente experimentamos con este arte popular una agridulce maravilla y misterio por todos los genios perdidos que se afanan en la tiniebla eterna mientras la pureza de su don, independiente de un nombre o un ego, flota en el tiempo como un farol de papel en un cielo azul nocturno. Las esculturas de árboles de la vida representan el jardín del Edén con Adán y Eva, la serpiente, Dios, los ángeles y una plétora de flores brotantes. Estas esculturas, con su cualidad táctil y narrativa vertical (los jardines están ascendiendo), encarnan la creación; surgen como hélices de ADN enrolladas y entrelazadas en el oscuro espacio de la nada.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Monos, esqueletos, osos, vacas, boxeadores, ángeles alados, vaqueros y revolucionarios, estas esculturas figurativas lucen a lo largo de la exposición. La característica compartida de estas piezas, ya sean de madera, barro, papel maché u otros materiales, se encuentra en su mirada graciosa, su distancia irónica. Tomemos como ejemplo las figuras de barro hechas por Eulogio Alonso de Puebla en 1938. Los héroes de la Revolución Mexicana Venustiano Carranza y Emiliano Zapata están congelados en pleno movimiento. Como las muñecas kachina, sus manos están abiertas, listas para dar el apretón o quizás luchar cuerpo a cuerpo o sacar la pistola; sus caras tienen una inexpresividad desconcertada como si supieran lo extraño que es ser llevados por las ráfagas de la historia. La cualidad “folklórica-artística” de estas piezas es en sí misma una forma de desmitificar leyendas. Aunque todas claramente fueron elaboradas con la devoción que sentían los artistas por los queridos héroes de la libertad, las cualidades estéticas de estas figuras sirven para traerlas a la Tierra y a nuestro alcance. Ver a los héroes alarmados hace que se sienten más cercanos.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Las obras más conmovedoras e inquietantes son las tablas pintadas por la Asociación de Artistas Populares de Sarhua, que representan el conflicto en este pueblo de la región andina de Perú durante las décadas de los años 1980 y 1990 entre el gobierno de derecha y la guerrilla insurgente comunista Sendero Luminoso. Este fue un conflicto terriblemente violento en el que los aldeanos a menudo se vieron atrapados en medio. Estas pinturas, con una aguda definición de figuras que recuerda a Brueghel, abren una ventana hacia un mundo del que la mayoría de nosotros somos ignorantes. No es necesario conocer la historia para intuir de qué se trata, la precariedad, la lucha por sobrevivir, la violencia y la tragedia.

Installation view of Latin American Popular Art Gallery at San Antonio Museum of Art, 2020. All photos courtesy SAMA

Installation view of Latin American Popular Art Gallery at San Antonio Museum of Art, 2020. All photos courtesy SAMA

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Vista de la instalación de la Sala de Arte Popular Latinoamericano del Museo de Arte de San Antonio (SAMA), 2020. Todas las imágenes son cortesía del SAMA.

Esta dinámica entra en escena con todas las obras de la exposición. Los espectadores no tenemos que saber los detalles específicos de cada obra (el nombre del artista, la región de su origen, las referencias culturales que tiene…) para poder, de alguna manera, sentir. Tal es la magia del arte “popular”: no otea desde su pedestal, sino que nos lleva de la mano por caminos sinuosos a lo alto de las montañas.

El Museo de Arte de San Antonio (SAMA por sus siglas en inglés) se puede encontrar aquí

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