Momentos de Nueva York: Historias latinxs y caribeñas en El Museo del Barrio

by Jessica Fuentes January 10, 2025

Editor’s note: This article is also published in English on Glasstire. Find that here.

Nota del editor: Este artículo se publicó originalmente en inglés en Glasstire el 23 de noviembre del 2024.

Traducción de Yolanda Fauvet y Paulina H. Marroquín.

 

Nota de la autora: Esta es la segunda entrega de una serie de artículos sobre un viaje reciente a Nueva York. Lee la primera entrega en inglés aquí

Parece que las estrellas se alinearon este año: una multitud de exposiciones internacionales, nacionales y regionales a gran escala que se repiten regularmente están todas en el calendario al mismo tiempo, entre ellas la Bienal de Venecia, la Bienal del Whitney, la Trienal Delta, la Bienal Southern Survey, la Bienal Fronteriza 2024 y la Bienal de Texas. Ser aceptado o invitado a participar en este tipo de exposiciones puede significar a menudo un punto de inflexión en la carrera de un artista, pero curar una bienal o trienal puede ser complicado. ¿Cómo se selecciona a un artista o un grupo de artistas para representar una región o un momento en el tiempo?

El año pasado me maravilló ver cómo Rigoberto Luna iba dando forma a su lista de 200 posibles artistas para incluirlos en Soy de Tejas: A Statewide Survey of Latinx Art. Al final seleccionó a 40 artistas latinxs vinculados a Texas para la exposición. Con eso en mente, imagino que seleccionar solamente a 33 artistas de todo el mundo para hablar del arte y la cultura caribeños y latinoamericanos de nuestros días fue una tarea abrumadora para los tres curadores de La Trienal 2024 de El Museo del Barrio, Flow States [Estados de flujo]. 

Durante dos años, el curador en jefe del museo, Rodrigo Moura, y la curadora Susanna V. Temkin, junto con la curadora invitada María Elena Ortiz trabajaron en la muestra. Se consideraron más de 150 artistas y los curadores realizaron más de 80 visitas a estudios (algunas virtuales y otras en persona) de artistas radicados en Estados Unidos, el Caribe, América Latina y Europa. El resultado es una exposición de gran complejidad que encarna prácticas y temas artísticos que sirven de hilo conductor entre las obras de artistas relacionados con el Caribe y América Latina, y al mismo tiempo pone de manifiesto las experiencias y perspectivas, diversas y con matices, de los participantes.

En uno de los muros blancos perpendiculares a la entrada de una sala de exposición, está escrito en ángulos oblicuos “La Trienal 2024” y “Flow States” con letras negras sobre recuadros azules.

Flow States — La Trienal 2024 en El Museo del Barrio.

Al entrar en la primera sala de la exposición, me di cuenta inmediatamente de la cualidad visceral de las obras. Aunque el rasquachismo es un término que se relaciona específicamente con el arte chicanx, los artistas latinos en Estados Unidos y los artistas que trabajan en toda América Latina tienen a menudo un carácter físico en su obra que utiliza objetos cotidianos y dialoga con prácticas de arte tradicional como la cerámica, los textiles y la carpintería. Como ejemplo de esto, en la primera sala había una obra de ensamblaje, pinturas de técnica mixta sobre superficies de muchas caras, una serie de cerámicas toscas combinadas con dibujos y una escultura hecha con hojas de palmera. Las pinturas de Kathia St. Hilaire, quien reside en Nueva York, fueron quizá las que más me intrigaron. La superficie texturizada y los bordes rasgados de sus dos obras me recordaron a los manteles de vinilo de mi abuela extendidos sobre la mesa de su cocina.

Sobre un muro blanco cuelgan dos cuadros de acabado brillante sin marco y con bordes irregulares. En ambos predomina el color verde y en la parte de abajo tienen un par de figuras humanas con atuendos de colores terrosos apiladas horizontalmente y en el centro otra figura humana con atuendo rojo y de cabeza.

Kathia St. Hilaire, “Melaïse” y “Marise”, 2023

La ficha en la pared revela que una vertiginosa variedad de materiales compone la obra: collage de lienzo con envases de crema para aclarar la piel, acero, aluminio, billetes, calcomanías de plátanos, malla para serigrafías, papel y llantas con paraloid. Incluso mirando la obra de cerca, es difícil identificar cada uno de los elementos y entender cómo se unen para crear una obra cohesionada. Más allá de la familiaridad de la superficie, me impresionaron las figuras irreales flotantes que ocupan el espacio. En el borde de cada obra, unas letras rojas deletrean los nombres de las abuelas de la artista: Melaïse y Marise. La obra tiene varias capas, literal y metafóricamente, y habla de la historia de su familia y del relato más amplio de las Guerras Bananeras, conflictos (a principios del siglo XX) que incluyeron la ocupación militar de Estados Unidos en el Caribe.

Una escultura trenzada de color café y textura rugosa tiene como apoyo dos piernas y está recargada sobre una pared blanca. Sobre una de las paredes del fondo está recargada otra escultura similar.

Carmen Argote, “Exile I” [Exilio I] y “Exile II” [Exilio II], 2023

Estas primeras galerías están conectadas por la inclusión de esculturas de Carmen Argote. Piezas de su serie Mother [Madre] están desperdigadas a lo largo de esta sección de la muestra. En las dos piezas tituladas Exile [Exilio], el principal material utilizado son hojas de palma. Las hojas secas se reúnen y se ensamblan con yute y bridas de plástico y se erigen como guardianes que protegen un espacio sagrado. Las otras obras, colgadas en la pared, incorporan materiales naturales como palmeras o plátanos, pero también incluyen materiales y objetos hechos por el hombre como telas, cuentas y bolsas de supermercado. Entre los objetos hay algunos personales de los padres de la artista y otros encontrados durante paseos en Boyle Heights, un histórico barrio chicanx/mexicanx de Los Ángeles.

Un estante con forma de pirámide escalonada cuelga de una pared blanca. Los distintos niveles tienen dentro esculturas talladas en madera, fotografías en blanco y negro y vasijas, alhajeros y latas avejentadas.

Norberto Roldán, “100 Altars for Roberto Chabet/NO. 23” [100 altares para Roberto Chabet/No. 23], 2014 – 2020

Norberto Roldán, artista filipino, presenta tres hermosas esculturas de ensamblaje de una serie de 100 altares realizados en honor de Roberto Chabet, conocido como el padre del arte conceptual filipino. La serie comenzó un año después de la muerte de Chabet y señala la importancia del artista a la vez que refleja la gentrificación de Ciudad Quezon, la ciudad más poblada y antigua capital de Filipinas. Los altares están hechos con objetos encontrados que fueron recogidos tras la destrucción de los edificios de mediados de siglo de la ciudad, que están siendo sustituidos por estructuras contemporáneas. La colección de fotografías viejas y objetos antiguos sirve de memoria colectiva de una época y un lugar que están desapareciendo rápidamente.

A lo largo de una pared blanca están recargadas una serie de largas varillas de metal. De cada una de ellas cuelgan gorras de visera negras con fragmentos de vidrio pegados. El número y la disposición de las gorras no es el mismo en ninguna de las varillas.

Verónica Gaona, “Spanning Worlds” [Abarcando mundos], 2022 – 2024

La obra de Verónica Gaona, artista nacida en Brownsville y radicada en Houston, aborda muchos de estos temas más grandes de lo personal, representando lo político y el uso de objetos que cargan con connotaciones densas. Spanning Worlds [Abarcando mundos] es un conjunto de ocho barras de refuerzo altas, cada una de las cuales sostiene una serie de gorras de béisbol negras cubiertas de fragmentos de cristal. Al igual que las obras de Agote y St. Hilaire, la elección de Gaona de la materialidad está vinculada a cuestiones laborales como la explotación, en el sentido del uso del cuerpo propio y a menudo también en relación con los salarios y la compensación. Intrínsecamente, la pieza también dialoga con un tema más extendido en la exposición: la migración. De forma específica, la obra de Gaona subraya las experiencias de los trabajadores migrantes que vienen a Estados Unidos para poder mandar dinero para mantener o apoyar a sus familias y amigos en sus lugares de origen.

Sobre una pared blanca están cinco hileras largas de letreros multicolor con distintos mensajes, estilos de letras y dibujos de aves.

Mark Menjívar, “La Misma Canción (The Same Song)”, 2024

Mark Menjívar, un artista que actualmente vive y trabaja en San Antonio, también explora ideas relacionadas con la inmigración. A primera vista, supuse que la obra, instalada sobre delgados estantes en la pared opuesta a la entrada, podrían haber sido piezas de estudiantes locales expuestas como parte de un programa educativo del museo. Fue sólo después de recorrer la exposición en busca específicamente de artistas tejanos que me di cuenta de que la instalación era producto del trabajo y la práctica social de Menjívar que incluyeron la organización este verano de una serie de talleres comunitarios en San Antonio y Nueva York. Los artefactos expuestos son una variedad de carteles pintados en las dos caras por los participantes de los talleres para dar la bienvenida y para despedirse de las aves migratorias. La inspiración para La Misma Canción (The Same Song) surgió cuando el artista se dio cuenta de que los pájaros que escuchaba en San Antonio migraban cada año a El Salvador, donde su familia los escuchaba. Las simpáticas imágenes y palabras en los letreros pintados a mano son un recordatorio de que la migración es una parte natural de las experiencias de vida de muchos y que las fronteras no son más que invenciones.

Sobre una pared blanca está dibujada una serie de largas y delgadas líneas verticales negras una junto a otra de tal manera que, en conjunto, crean un gran rectángulo gris que se difumina en algunas partes. El lado derecho no comparte el mismo ángulo que el izquierdo.

Tony Cruz Pabón, “Distance Drawing, attempt to draw the distance between San Juan and New York (approx. 1,610 miles). Realized only 0.32 percent (5.1523 miles)” [Dibujo de distancia, intento de dibujar la distancia entre San Juan y Nueva York (aprox. 1610 millas). Realizado sólo el 0.32 por ciento (5.1523 millas)], 2024

Otra obra de esta sección de la exposición centrada en la migración es Distance Drawing, attempt to draw the distance between San Juan and New York (approx. 1,610 miles). Realized only 0.32 percent (5.1523 miles) [Dibujo de distancia, intento de dibujar la distancia entre San Juan y Nueva York (aprox. 1610 millas). Realizado sólo el 0.32 por ciento (5.1523 millas)] de Tony Cruz Pabón. El dibujo mural forma parte de una serie que Pabón lleva realizando desde el 2003. Durante más de dos décadas, el artista ha presentado instalaciones que representan la distancia entre su ciudad natal, San Juan, y el lugar donde se expone. Muchas de ellas son meros intentos que se quedan cortos porque la distancia es simplemente demasiado grande (imagina el trecho de San Juan a Londres o a Berlín). Esta pieza es especialmente significativa porque resalta la historia de la migración entre Puerto Rico y Nueva York a lo largo de generaciones de boricuas y nuyorriqueños.

Frente a una pared blanca, cuelga de una percha en cuatro puntos diferentes un largo entramado abierto y tubular color púrpura. En el suelo, entramados similares pero de color gris, negro y café forman, de izquierda a derecha, una cubeta, una figura abstracta circular y un cono de tráfico.

Sarita Westrup, “nonlinear route II” [ruta no lineal II] y “Primas III” del 2024 y “Bucket” [Cubeta] y “Authoritative” [Autoritario] del 2021

Sarita Westrup nació en la ciudad de Edinburg, en el valle del río Bravo, y actualmente radica entre Dallas y Penland, Carolina del Norte. Westrup crea esculturas tejidas que dialogan con la experiencia de la migración al mismo tiempo que toman inspiración de las artesanías tradicionales. La estructura colgante evoca la sensación de viajar por un camino continuo e ininterrumpido. Bucket [Cubeta] y Authoritative [Autoritario] descansan sobre una plataforma y dialogan más directamente con el acto de migrar. Una sencilla forma de cono de tráfico señala las barreras, mientras que la forma de cubeta recuerda la escasez de artículos de primera necesidad, como el agua, que sufren quienes recorren grandes distancias.

Sobre las dos paredes blancas de una esquina cuelgan tres tapices rectangulares. Los colores brillantes que los conforman se alternan de tal manera que parecen la pantalla de una computadora o televisión con interferencia. Frente a ellas y sobre un pedestal blanco está un objeto color tierra con textura ondulada cuya forma parece un embudo.

Obras de Sarah Rosalena

En una de las últimas salas, las obras textiles e impresas en 3D de Sarah Rosalena también hacen referencia a las prácticas tradicionales. Las obras textiles incorporan tradiciones wixárika, que se han transmitido de generación en generación en la familia de la artista, con imágenes que se inspiran en la tecnología de diversas maneras. Mientras que una pieza hace referencia a una imagen de la Vía Láctea tomada por un satélite, otras utilizan el lenguaje visual de la pixelación para subvertir la idea de los límites. Del mismo modo, las esculturas de Rosalena son creadas utilizando una impresora 3D, pero dialogan con las formas tradicionales de la cerámica, como la técnica de vasijas urdidas en la que se construyen lentamente capas de arcilla.

A lo largo de la exposición, los artistas se basan en experiencias profundamente personales que se conectan con narrativas más grandes de las culturas e historias caribeñas y latinxs. Las obras exploran temas como la distancia, la migración, la comunidad, la conexión y la ruptura, el trabajo, el recuerdo, la tradición y las nuevas formas de crear significado.

Flow States – LA TRIENAL 2024 está en exhibición en El Museo del Barrio en Nueva York hasta el 9 de febrero del 2025.

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