El Paso, la frontera y triunfar en la industria del cine: una entrevista con Jazmín Ontiveros Harvey

by Nico Silva January 11, 2023

Editor’s note: This article is also published in English on Glasstire. Find that here.

Nota del editor: Este artículo se publicó originalmente en inglés en Glasstire el 28 de noviembre del 2022.

Traducción de Yolanda Fauvet y Paulina H. Marroquín.

Fotografía de una mujer de tez clara y cabello castaño largo y recogido. Viste una blusa negra de malla con parches y shorts negros, y tiene una gran sonrisa en el rostro.

Jazmín Ontiveros Harvey

Radicada en Nuevo México, Jazmín Ontiveros Harvey es una directora, cinematógrafa y artista residente de la Border Art Residency en El Paso, Texas. Ha trabajado en proyectos de todo tipo y tamaño, desde historias de justicia social con la ACLU del Sur de California hasta películas de millones de dólares como Finch y The Harder They Fall [Más dura será la caída]. Es una artista latinx/queer y miembro del gremio internacional de cinematógrafos Local 600 (ICG, por sus siglas en inglés). Su sitio web es www.jazminharvey.com.

Nico Silva (NS): Pensé que sería interesante comenzar conociendo más tu práctica actual y hacia dónde va. En una conversación anterior me dijiste que te identificabas como cinematógrafa. ¿Podrías explicarnos tu relación con el arte, tu historia con el arte y cómo has afinado tu oficio a lo largo de los años?

Jazmín Ontiveros Harvey (JOH): Fui a la escuela de cine en Las Cruces y a lo largo de los años he seguido dedicándome a esa pasión de cualquier manera posible. Me mudé a Los Ángeles en el 2015 y tuve mi primera experiencia con “Hollywood” como PA (asistente de producción) de oficina. Di el salto a PA de cámara en ese trabajo porque sabía que quería ser cinematógrafa. Mi jefa no estaba muy contenta con eso, pero en la industria del cine tienes que dar esos saltos, no puedes esperar a que alguien te dé permiso.

En el 2017 me mudé a Albuquerque y comencé a trabajar en sets sindicalizados como asistente de cámara. Finalmente, me uní al ICG Local 600 y gracias a eso he podido trabajar con algunos cinematógrafos y directores increíbles y observarlos, como Jo Willems (el cinematógrafo de Finch) y Rachel Lee Goldenberg (la directora de Unpregnant [Des-embarazada]). Fuera del set, he puesto en práctica lo que he aprendido trabajando en proyectos independientes y alineándome con otros cineastas que tienen una visión creativa similar. Tengo una relación tensa con la industria del cine porque siento que muchos de nosotros sentimos que no tenemos una comunidad fuera del set. Es un espacio muy social y cuando terminas un trabajo, se crea un vacío.

Como artista, es importante para mí construir una comunidad a mi alrededor y crear espacios donde también otras personas puedan sentirse inspiradas, así es como comenzaron las Queer Movie Nights, o Noches de Cine Queer. Las películas tienen el poder de unir a la gente. Tienen el poder de transformar, educar e inspirar. Forman la manera en la que vemos el mundo, y ha sido tan empoderante pasar películas de directores queer que están completamente en contra del sistema y cuyo pensamiento no es para nada el dominante. 

NS: La Border Art Residency en El Paso, Texas, tiene un nuevo hogar en el centro de El Paso en la calle Piedras junto a restaurantes, bares, la Galería Cinco Puntos e incluso está a 15 minutos caminando del Memorial Park, las canchas de tenis, una pintoresca biblioteca pública y una alberca techada. ¿Has podido vivir cosas en El Paso que normalmente no podrías hacer? ¿Tienes alguna buena historia en el corto tiempo que has estado aquí?

JOH: …¡Y Coconuts [un bar cercano]! La cuadra donde está localizada la residencia es un vórtice interesante de energía. Hay tantas cosas sucediendo en esa pequeña cuadra. Me siento agradecida por el área porque tengo muchísimos amigos cerca y está cerca de todo. Se me ha hecho rutina ir en bicicleta al Memorial Park. Todavía no he nadado, pero he ido a la biblioteca, ¿sabías que tienen venta de libros los martes?

Diría que la cosa más importante que he vivido en El Paso y que no podría vivir en otro lugar es simplemente la proximidad con México y la cultura única que surge de ella. También me encanta que casi todas las personas hablan español y fluyen entre inglés y español impecablemente. Hace unos meses, antes de la residencia, un amigo me invitó a la Toma Gallery. Estábamos viendo todas esas increíbles pinturas y al mismo tiempo había lucha libre en el cuarto del fondo. Para ver la pelea, las personas tenían que caminar a lo largo de la galería y pasar por todas esas intrincadas obras de arte local. Esa imagen se quedó clavada en mi cabeza, porque sentí que era una experiencia muy propia de El Paso.

También he estado pasando tiempo en Ciudad Juárez. Di un taller de cinematografía en febrero y después me conecté con Alejandra Aragón, una cineasta y fotógrafa local, y trabajé como cinematógrafa en su película Skatas. Mi relación con Ciudad Juárez ha cambiado mucho el último año. Mi mamá es de la Ciudad de México y crecimos viajando a México cada verano, pero dejamos de ir a Ciudad Juárez en el 2007 por los feminicidios. Mi relación con Ciudad Juárez siempre ha sido de miedo, y ahora estoy conociendo otras caras de la ciudad. Todavía soy consciente de la violencia, como todos lo somos, pero también estoy conociendo la vida, la cultura y la belleza que existen así mismo en Ciudad Juárez.

Fotografía de un atardecer. El primer plano es oscuro pues el sol poniente está a espaldas de un pequeño monte y tres palmeras al centro, izquierda y derecha de la imagen.

Jazmín Ontiveros Harvey, “Yucca”

NS: Definitivamente quiero subrayar que muchas personas sienten que El Paso y la región fronteriza, incluyendo Las Cruces, Nuevo México, están viviendo una masa crítica de arte, cultura y comunidad. El Stanlee and Gerald Rubin Center for the Visual Arts en la University of Texas en El Paso y el University Art Museum en la New Mexico State University en Las Cruces han obtenido grandes estímulos económicos y han desempeñado un papel vital en el desarrollo de la región.

Has creado una fuerza impulsora con las Noches de Cine Queer que tienen a los chilaquiles de Xilakill-bill y una comunidad de espacios de sobriedad. El Plaza Classic Film Festival, El Paso Film Festival y El Paso Media Fest, entre otros eventos, son excelentes ejemplos de cómo El Paso está disfrutando el cine. Precisamente hace poco, en el centro de El Paso, una pareja abrió un cine-café, Aaron and George’s Film Cafe, que está inspirado en el café “Fellini” que cerró hace ya tiempo. ¿Has sentido personalmente esta energía de la que hablo?

JOH: ¡Sí! ¡Por supuesto! ¡El Paso ama el cine! He estado en el cine-café de Aaron y George y es un lugar maravilloso. Si no has ido, definitivamente tienes que hacerlo. El cine está en todos lados en El Paso. Tuve el placer de ser asistente en un video musical hace unos cuantos fines de semana y durante toda la experiencia aprendí muchísimo de la escena cinematográfica local. Hay tantos estudios de producción y casas para rentar en El Paso, y gente que en verdad ama el cine y quieren que se haga.

Las Noches de Cine Queer han sido un proyecto muy importante porque están brindando un espacio donde las personas queer y sus aliadas pueden reunirse y ver su historia como colectivo, así como sus historias personales y experiencias, en la pantalla y en un espacio sobrio y seguro. Hasta ahora hemos visto The Whistle [El silbido] de StormMiguel Florez, una colección de nueve cortometrajes queer de Tijuana*, México, entre las que están Lenchas y Marimachas de Liliana Hueso, y más recientemente vimos Querida Nancy de Olivia Peregrino. ¡Hasta ahora ha ido muy bien! Espero que más espacios de cine alternativo emerjan porque es muy importante asegurarnos de que todas las personas sean incluidas conforme crece la industria cinematográfica en El Paso. Todavía es una industria muy dominada por hombres y creo que muchas mujeres y personas queer se sienten intimidadas o desalentadas por eso. De la misma manera que esta cultura nos dice a las mujeres que somos malas en matemáticas, también nos dice que no tenemos “las habilidades técnicas” para ser cinematógrafas, gaffers, grips, etcétera.

Estos roles de género ocurren en los sets (las mujeres están encasilladas en peinados, maquillaje, arte o producción). Mientras tanto los hombres toman los puestos de grips, electricistas, cinematógrafos y directores. Como mujer queer que trabaja en cámara, siento responsabilidad de empoderar a otras mujeres y hacerles saber que hay espacios para nosotras en el cine y que cualquier oficio puede ser aprendido y practicado. Conforme crece la industria en El Paso, Las Cruces, Albuquerque y Santa Fe, es importante impulsar historias únicas y diversas, y que esa diversidad se refleje en el equipo de filmación.

*Las películas que fueron parte del programa de Tijuana incluyen Trans-Signs [Señas trans] de Jessika Zamacona, El Alamar Vive de Carolina Prado Torres, Máscara del Día de Ich Cntno, Michael de Irma Gómez, Bloody Cool [Todo en regla] de Crystal P. Lira, Transitando de Eme Rivera, Conmigo de Dan F. y Ama de Ele Valenzuela.

NS: ¿Has podido disfrutar los eventos artísticos más grandes, como las exposiciones de Salvador Dalí y Ho Baron en El Paso Museum of Art, Chalk the Block o los eventos de Día de Muertos?

JOH: No he podido ir a las exposiciones de Salvador Dalí o Ho Baron, pero me emocionan mucho. Hace unas semanas, asistí a la programación de cortometrajes en El Paso Film Festival y antes de eso fui a una visita del Segundo Barrio a pie encabezada por el historiador David Romo y la intérprete musical Adriana Lopez. Culminó en Duranguito, donde me encontré con Toñita (Antonia Morales). Para quienes no sean familiares con su lucha, Toñita tiene 93 años y es una de los dos residentes que quedan en el histórico barrio de Duranguito en El Paso. En el 2016 las inmobiliarias comenzaron a comprar las propiedades de los residentes del vecindario con el plan de demoler el área y construir un estadio deportivo a partir de un bono de Quality Life. Esto ha llevado a una larga batalla legal y a que la ciudad contratara a un costoso despacho de consultores.

Toñita es una mujer poderosa que se niega a irse a pesar de las amenazas de cortarle la electricidad y el agua. Habló con nosotros sobre su compromiso con el vecindario y recalcó que, si ella puede hacerlo a sus 93 años y sin saber ni una palabra de inglés, entonces la gente joven de El Paso puede lograr muchísimo por sus comunidades.

Esa misma semana, asistí a la celebración del Día de las Personas Indígenas en Duranguito, donde las presentaciones incluyeron a David Romo y Adriana Lopez junto con otros poetas y escritores locales. Estoy muy interesada en el poder del arte en el activismo comunitario, así que ver su actuación fue muy inspirador. Estoy planeando estar en Duranguito para Día de Muertos, así como visitar distintos eventos en las galerías Flor de Barrio y Cinco Puntos.

NS: Como trabajador social y artista, entiendo cómo la identidad y las experiencias individuales pueden formar la práctica artística. ¿Podrías contarme de tus identidades y cómo han formado tu trabajo creativo, especialmente tus proyectos personales?

JOH: Mi trabajo, en esta etapa, se trata por completo de la identidad. He experimentado muchos cambios grandes en mi vida durante esta residencia, así que siento que en cierto sentido estoy renaciendo. Como artista, intento meterme en la parte más genuina de mí misma. He estado trabajando en un guion durante mi tiempo en El Paso, y también estoy viendo cómo evoluciona y cambia esa historia. La historia que quería contar hace un año no es la historia que quiero contar ahora, y estoy abrazando esos cambios.

En cuanto a mi formación, mis padres son inmigrantes. Mi mamá es de la Ciudad de México, mi papá es del Reino Unido y mi hermana y yo crecimos en Las Cruces. Siempre hubo la sensación de que nos podríamos mudar o vivir en otro lugar algún día. De niñas, vivimos en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, durante un año, y después, en mi último año de preparatoria, nos mudamos a Oxford, Inglaterra. Quiero explorar, a través de mi arte, esa sensación de desarraigo y hacer las paces con las diferentes partes de mí.

Estoy especialmente interesada en hablar de la latinidad blanca y la alternancia de códigos. Como latina blanca que creció en Estados Unidos, he visto de primera mano cuánto privilegio tengo en comparación con mi mamá, que tiene la piel clara, pero es incapaz de alternar códigos. Todavía estoy aprendiendo muchísimo sobre mí misma y mi latinidad. En mi propia narración subrayo el colorismo en la comunidad latinx y cómo los latinos blancos tienen el privilegio especial de la alternancia de códigos y asimilar o no su blanquitud. Hay un punto medio cuando se es morena en Estados Unidos y blanca en México, y revela mucho de la construcción social de la raza. Hay una conversación excelente entre Maria Garcia y Maria Hinojosa en el podcast Code-Switch [Alternancia de código] de NPR donde discuten las complejidades de la latinidad blanca y el privilegio.

En el primer plano de esta fotografía está una mesa cubierta con un mantel blanco de encaje y sobre él, dos tazas blancas y una tetera blanca con decorado azul. Detrás de la mesa, está la maleza de este escenario natural y al fondo se alza un pequeño monte rocoso. El cielo tiene los colores del atardecer.

Jazmín Ontiveros Harvey, “Hora de Té”

NS: ¿Qué tan importante es que las tierras fronterizas y su gente cuenten su propia historia?

JOH: Es muy importante que las personas de este lugar cuenten su propia historia para que podemos tener perspectivas más únicas y diversas en pantalla. El cine es un medio muy poderoso, tanto es así que da forma a las opiniones del mundo a su alrededor. Es exasperante saber que tantas de las narrativas que tenemos están hechas desde la perspectiva del hombre cis blanco.

Cuando se trata del tema de foráneos que llegan, la primera película en la que pienso es Sicario. Han pasado años desde que la vi, pero recuerdo sentir que México en sí mismo era un villano en la historia. La música y el diseño de sonido reforzaron ese mensaje, cada vez que había una toma de México, sonaba un estruendo grave y amenazante. En contraste, Estados Unidos era retratado como “seguro”. Eso ignora por completo el hecho de que el militarismo, el imperialismo y la demanda de drogas de Estados Unidos han tenido un papel principal en la desestabilización de Centroamérica y México. Una película es una representación de las mentes detrás de ella, y cuando las personas no tienen un lazo emocional o personal con el tema en cuestión, se arriesgan a caer en estereotipos bidimensionales y perpetuar esa violencia en pantalla.

Es una pregunta complicada porque los forasteros pueden al mismo tiempo proporcionar una perspectiva distinta. Sin embargo, cuando se trata de forasteros haciendo películas sobre temas específicos de la frontera, hay una responsabilidad ética de rendir cuentas a la comunidad.

Fotografía de la orilla de una carretera urbana. En primer plano están 6 conos de tráfico naranjas desarreglados. Al fondo, detrás de una delgada cerca metálica, se pueden ver partes de una ciudad y en el centro de ella se alza una gran construcción roja en forma de una x o hélice.

Jazmín Ontiveros Harvey, “La X”

NS: En nuestra conversación previa mencionaste que habías encontrado a muchos colaboradores dispuestos y cálidos en la región. ¿Podrías hablar de eso y si has producido algo a partir de ello?

JOH: Algo que amo de la escena artística en El Paso es la sensación de comunidad, hay un fuerte espíritu de colaboración y el apoyo de la comunidad a las artes está en todos lados. Constantemente me siento inspirada por Manuel Urueta de Xingaderas y Xilakill-bill, ha sido muy acogedor y es alguien que verdaderamente cree en el espíritu de colaboración. La fotógrafa Ingrid Leyva es otro pilar de la comunidad artística aquí en El Paso y Ciudad Juárez, y me siento agradecida por su apoyo. Su proyecto fotográfico Mexican Shoppers [Compradores mexicanos] ha sido muy inspirador para mí por la manera en la que ha sido capaz de expresar algo tan humano en un medio tan violento como el cruce de la frontera entre México y Estados Unidos (la violencia a la que me refiero es la frontera, un límite hecho por el hombre que es una violencia contra las personas que lo cruzan todos los días).

Antes mencioné que trabajé en un video musical este fin de semana pasado, y fue una experiencia realmente increíble. Fue para una banda que se llama los 1-800, lo dirigió Daniel Fuentes y lo filmó la cinematógrafa Celina Galicia, ambos son cineastas increíbles. También he conocido a muchas personas a través de las Noches de Cine Queer, y definitivamente hay algunos proyectos en marcha, pero te mantendré informado.

También tuve la oportunidad de colaborar con el Philosophic Systems Institute (PSI) y Bella Maria Varela, una residente previa de Border Arts, en la organización de un taller para niños que son parte de un programa de aprendizaje transformacional en Segundo Barrio. Tuvimos una noche de cine en el espacio de galería en Piedras, donde todos cenamos y vimos Seeds [Semillas] (dirigida por Morningstar Angeline y Ajuawak Kapashesit y filmada por Jazmín Harvey). Después hicimos un ejercicio de escritura de guion en el que los niños escribieron una historia en la que ellos mismos eran los protagonistas. La meta del programa es enseñarles diferentes maneras de expresarse, así que fue emocionante compartir con ellos lo que pueden hacer a través del cine y ver cuán empoderados se sentían con la idea de ver sus historias en la pantalla.

En el centro de la pista de un estadio o ruedo abandonado está una figura humana agachada.

Fotograma de “Seeds” [Semillas]. Dirección de Morningstar Angeline y Ajuawak Kapashesit. Cinematografía de Jazmín Harvey.

NS: ¿Tienes algún consejo o perspectiva para los artistas jóvenes que quieren tener una carrera en el cine y la cinematografía?

JOH: Vean y trabajen en cuantas películas puedan. Tomen una cámara y hagan su propia película, ¡incluso si es con su teléfono! Prueben diferentes trabajos y vayan ascendiendo. Trabajen en sus habilidades de liderazgo y apoyen a otros cineastas y artistas a su alrededor. Mientras más sepan cómo funciona un set, serán mejores para delegar y resolver problemas en sus propios proyectos.

También es de vital importancia encontrar a personas con las que se alinean; recurran a ellas, trabajen con ellas. Al inicio de mi carrera, a menudo tuve la experiencia de ser la única mujer en el set, lo que me aislaba mucho. Fue importante para mí encontrar aliados y personas que me vieran como soy. Crean en las historias que quieren contar y estén orgullosos de su arte. 

NS: ¿Algo más que quisieras añadir? También, algo importante para cerrar, ¿qué has disfrutado respecto a comida en El Paso?

JOH: Me siento realmente agradecida de estar en El Paso como residente de Border Arts y formar parte de una comunidad tan hermosa. Y en cuanto a comida… Comí unos tacos increíbles en Love Buzz la otra noche, ¡y no puedes equivocarte con los tacos de suadero de Taconeta! Café Mayapán… Café con Leche… JVB’S… ¡hay tantas opciones deliciosas!

 

Esta entrevista ha sido ligeramente editada para ajustar su extensión y claridad.

Nicolas “Nico” Silva es un estudiante de doctorado de Biociencia, maestro en Trabajo Social con licencia, artista y escritor. Silva visualiza un futuro en el que las artes y los artistas sean apoyados para llegar a su máximo potencial. Puedes seguirlo en @nicosilvasw.

 

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